EN EL CORAZÓN DE LA PRODUCCIÓN DE MEZCAL, LAS
MUJERES HAN TEJIDO UNA HISTORIA DE TRADICIÓN,
INNOVACIÓN Y FORTALEZA.
Hoy en día, pensar en el cultivo de agaves y la producción del mezcal evoca un imaginario mayormente masculino. Sin embargo, históricamente las mujeres han ocupado un lugar que cada vez se vuelve más visible. Desde el cuidado de las plantas de agave hasta la cata de la bebida, el rol de las mujeres en la industria mezcalera gana cada vez más relevancia. Si bien su participación ha dotado de dinamismo y frescura a la industria, las mujeres que participan de ella enfrentan diversos retos que van desde barreras culturales y sociales hasta desafíos económicos y de reconocimiento.
LAS MUJERES EN CADA ESLABÓN DE LA CADENA PRODUCTIVA
Cada vez que tomamos un sorbo de mezcal, conviene recordar que una mujer participó en su producción, ya que, como actividad familiar, la producción de mezcal siempre ha contado con la participación de las mujeres en los palenques. Esta participación comienza desde la infancia, en donde las niñas y niños son designados al cuidado de las mulas, el acarreo de la leña y la preparación de las ollas o utensilios que han de utilizarse; y para las mujeres continúa hasta que son más grandes, al asegurar la alimentación de los trabajadores o el orden del ambiente de trabajo.
Estos roles que históricamente han sido asignados a las mujeres, merecen ser reconocidos porque, sin ellos, la industria mezcalera como la conocemos no sería posible. Estas tareas han ido transformándose, y las mujeres adquieren cada vez más responsabilidades dentro de la industria.
Asignadas normalmente al espacio doméstico, las mujeres fueron poco a poco integrándose
en las actividades económicas que garantizaban el sustento familiar. En las zonas mezcaleras, esto incluía participar en las actividades de cocción, molienda, fermentación y destilación; que fácilmente podían llevarse a cabo en el ámbito privado. Con la apertura de espacios educativos y el acceso de las mujeres a ellos, muchas fueron formándose en la comercialización, administración y gestión del negocio familiar. La oportunidad femenina de transitar entre estos espacios íntimos familiares que son los de la casa y el campo, otorga otra perspectiva que sabe imprimirse
ADENTRARNOS EN EL MUNDO PREHISPÁNICO Y SU RELACIÓN CON EL
MAGUEY, NOS REVELA UNA FASCINANTE HISTORIA DE APROVECHAMIENTO
SOSTENIBLE Y PROFUNDO RESPETO POR LA NATURALEZA ENTRE LAS
CULTURAS MESOAMERICANAS.
Los primeros vestigios del uso del agave en la historia de la humanidad se remontan a hace más de 10,000 años. Muestran su uso en vestimenta y vivienda por los primeros pueblos
de América. De la hoja se extraía una fibra con la que se fabricaban tejidos y prendas de vestir, y las espinas se utilizaban como agujas de coser. Estas mismas agujas se utilizaban también con fines medicinales para coser y curar heridas. Las hojas secas servían para impermeabilizar los tejados. Finalmente, con el agave se fabricaba jabón. No por nada José de Acosta, científico y antropólogo jesuita, lo llamó “el árbol de las maravillas” en su Historia Natural y moral de las Indias de 1590.
Una planta sagrada
La atribución de cualidades divinas a las plantas es un rasgo característico de las culturas mesoamericanas, cuya compleja cosmovisión sacraliza a la naturaleza por sus propiedades rituales, medicinales, alimentarias y utilitarias. En este sentido, el agave ha sido una de las plantas más veneradas por los antiguos pueblos mesoamericanos, gracias a sus múltiples usos y características, que le permiten desarrollarse en ambientes hostiles de lluvias escasas.
Para nombrar esta planta, los antiguos mexicas utilizaban el vocablo metl, que en náhuatl significa agave. De ahí el uso de la palabra “maguey”, que es la adaptación en español de esta palabra indígena. Mayahuel era la deidad mexica asociada con el maguey y la fertilidad. Según la mitología mexica, Mayahuel era la diosa del maguey y la madre del pulque. Era representada como una mujer joven con cuatrocientos senos que simbolizaban los agaves que producen el líquido. Pero como hemos visto, del maguey no solo se obtenían mieles que eran fermentadas para la elaboración del pulque, sino que también se obtenían fibras, combustibles y otros materiales para la costura y la construcción. Incluso el nombre científico de la planta “agave”, es una referencia a Agavé, la tía de...
EN UN MUNDO DONDE LA GLOBALIZACIÓN HA FACILITADO EL INTERCAMBIO
CULTURAL Y COMERCIAL, EL MEZCAL SE HA POSICIONADO COMO UN PRODUCTO
EMBLEMÁTICO DE MÉXICO, CONQUISTANDO MERCADOS INTERNACIONALES Y
ATRAYENDO A UN PÚBLICO CADA VEZ MÁS AMPLIO.
El mezcal, bebida artesanal de sabor ahumado y gran arraigo mexicano, ha logrado conquistar
los paladares de miles de consumidores fuera de México. Desde Estados Unidos hasta Japón, el mezcal ha captado la atención de numerosos
mercados extranjeros, de manera que hoy la industria mezcalera se ha convertido en una de las actividades comerciales más importantes de nuestro país. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en su informe
sobre las exportaciones agroalimentarias de México, junto con el tequila, las ventas del mezcal en el año 2023 alcanzaron los 4,429 millones de dólares, posicionándose como el segundo producto nacional con mayor valor dentro de las exportaciones, después de la cerveza. Estas cifras reflejan no solo la popularidad de esta bebida artesanal, sino también el arduo trabajo de los productores mexicanos que han llevado el mezcal a los mercados globales. ¿Cómo explicar que una bebida de producción artesanal y consumo local, se haya posicionado en mercados internacionales con grandes volúmenes?
El mezcal se produce en nueves estados de nuestro país, de donde obtiene una gran variedad de matices y sabores que hacen que cada mezcal sea diferente. Esta diversidad, expresadas en mezcales jóvenes, artesanales, reposados, abocados o añejos; es la característica que le permite adaptarse a todo tipo de mercados, desde el norte hasta el sur. En los mercados asiáticos, el mezcal abocado con gusano se considera, por ejemplo, como un afrodisíaco y su consumo de ha popularizado entre los jóvenes.
Su producción artesanal en contextos rurales e indígenas, ha sido una cualidad que también le ha permitido entrar en mercados interesados en el comercio justo. Aquí son apreciados los mezcales elaborados a base de maguey orgánico con técnicas de producción preocupadas por la preservación del medio ambiente y la remuneración equitativa a todos los que participan en su elaboración. El mezcal se vuelve así un producto con valor agregado, gracias a los cultivos orgánicos de donde proviene el agave con el que se elabora y el saber hacer ancestral que los maestros mezcaleros han sabido preservar de generación en generación.
¿Cómo se exporta el mezcal?
Para que un mezcal pueda salir del país, debe contar con la certificación de autenticidad de la Dirección General de Normas o del Consejo Regulador del Mezcal (CRM). La NOM-070-SCFI- 2016 es la norma que establece los lineamientos para la exportación de mezcal al extranjero. De acuerdo con la Norma, el mezcal debe obtenerse a partir de la cocción, fermentación, destilación y rectificación de mostos preparados con los azúcares extraídos de cabezas maduras de agave. Solo pueden utilizarse agaves de 8 a 10 años de edad, pues es el tiempo en el que alcanzan su...